¿El del papel, el del cristal o el del plástico?, ¿cuál es el cubo de la basura que se te llenas antes? Supongo que, como a la mayoría de los mortales, el del plástico. Y es que se está convirtiendo en una locura y en un sinsentido la cantidad de plástico de usar y tirar que entra en casa, ¿no crees?
Por ello, en julio de 2011 un equipo de investigadores sobre residuos del Western Metropolitan Regional Council, en Australia Occidental, se retó a vivir un mes sin plástico, al menos sin el plástico de usar y tirar que nos persigue a todos. ¿El resultado? Plastic Free July, una campaña que se ha convertido en internacional y que persigue que cada mes de julio nos propongamos ese reto.
Y pensarás… ¿y ahora por qué nos cuentas esto Sònia? ¡Si acaba de empezar agosto! En primer lugar, lo cuento ahora porque, sinceramente, no he tenido tiempo de escribir este post antes. En segundo lugar, porque creo que, con la excusa de que “nunca es tarde si la dicha es buena”, agosto también puede ser un buen mes para intentar reducir el consumo de plástico; es más, cualquier mes tiene que ser bueno para ello, de manera que te animo a reducir el consumo de plástico en tu día a día, olvidándote del calendario y demás. Y, en tercer lugar, porque si te lo cuento ahora te pongo más fácil el acceso a todos los consejos y recomendaciones que a lo largo de julio hemos ofrecido los miembros del colectivo Hola Eco para reducir el consumo de plástico en distintas parcelas de la vida.
En concreto, cada bloguer ha compartido tres consejos que se han ido subiendo al Instagram del colectivo y que se han etiquetado con el hashtag #holaecosinplástico. En mi caso, como no podía ser menos, me centré en cómo hacer para vestir sin plásticos. Los consejos son básicos y simples, pero efectivos.
Tres consjeos para vestir sin plástico
- Asegúrate que en la etiqueta de la prenda no hay ningún material que empiece por “poli”. Los poli indican que ese materia procede del petróleo. ¡Atención! No confundir con los biopolímeros, que son sintéticos pero creados a partir de materiales renovables como el maíz o la caña de azúcar.
- Compra directamente en tienda física para evitar los plásticos en el envío y asegúrate que no te dan bolsa ni envoltorios innecesarios. Y si puedes, apuesta por los markets locales y las tiendas de proximidad, ya que además estarás beneficiando al pequeño artesano.
- Apuesta por vestir con tejidos naturales ecológicos como el algodón orgánico o el tencel. Así, además de vestir sin plástico evitarás que se hayan usado químicos derivados del petróleo en el cultivo de las materias primas.
Te invito a echarle un vistazo a las recomendaciones del resto de compañeros. La verdad es que gracias a ello me he llevado un buen número de trucos fáciles para, por ejemplo, viajar, vivir en familia, ir al supermercado o lavar, sin plástico. Y tú, ¿me propones algún consejo para reducir el plástico en mi día a día? A ver si, ente todos, conseguimos que el cubo de la basura del plástico cada vez ocupe menos. Sería genial llegar a lo que han hecho Patri y Fer, dos “aprendices del minimalismo residual” (así es como se definen), que han reducido el plástico de su viuda a la mínima expresión. Tanto, tanto, que pueden meter los residuos de todo un año en dos tarros, ¡y todavía les sobra espacio! ¿No te lo crees? Dale un vistazo a su web Vivir sin plástico. Desde que les descubrí, que soy fan absoluta.
Plásticos que desecharon Patri y Fer en todo el 2016. Foto: Vivir sin plástico
¡Vacaciones!
Por cierto, este viernes empiezo vacaciones, ¡por fin!, y con ellas seguramente reduciré las entradas en el blog. Todavía no tengo claro si escribiré algo o si no. Aunque si escribo algo lo comunicaré en Facebook, Twitter e Instagram, te sugiero que si no quieres perdértelo, te suscribas, si no lo has hecho ya, al blog, y así cada vez que haya post recibirás un email avisándote. Además, suscribiéndote ahora podrás descargarte gratuitamente el Decálogo de la moda sostenible de soGOODsoCUTE. Puedes suscribirte a soGOODsoCUTE gratuitamente desde aquí.