Como sabes, desde hace unos dos años, además de llevar la edición de la revista, escribo regularmente en la sección «Eco eco» de Itfashion.com Y recientemente he publicado algunos artículos en los que reflexiono sobre cómo el consumidor vive la moda sostenible y cómo las grandes empresas están respondiendo a sus inquietudes. Creo que hoy es un buen día para recuperarlos, ya que además de que creo que te pueden interesar, me gustaría mucho conocer tu opinión.
El primero de ellos es ¿Es éste el fin del greenwashing?, en el que hago referencia al estudio Eco worriers, global green behaviour and market impact que publica la empresa de estudios de mercado Euromonitor International. En él, además de varios datos acerca de la cada vez mayor conciencia del consumidor de moda acerca de la sostenibilidad ambiental y social, me detengo sobre todo en un dato que para mí es muy significativo, y es que parece que el comprador de moda cada vez es más crítico con las marcas de fast fashion y no se conforma con aquellas que se limitan a poner en marcha dos o tres acciones sostenibles que les sirvan de publicidad, sino que buscan información fiable. ¿Crees que es esto es cierto? ¿Somos cada vez más capaces de diferenciar entre las empresas que sólo utilizan la moda sostenible como acción de marketing de aquellas que lo hacen porque quieren generar un cambio real?
Página web Join Life Zara
El segundo artículo también hace referencia a un estudio, en este caso el elaborado por la empresa de análisis de mercados Veredict en donde se apunta que, aunque sí que es cierto que que el consumidor de moda busca ética en sus compras, no lo hace a cualquier precio. De esta manera según los autores del estudio la marca que quiera vender moda sostenible además tendrá que tener muy presente elementos como el diseño, la calidad y el precio.
Y aquí es donde viene el tercer artículo que he escrito y que creo que, además de conectar los dos anteriores, nos lleva a la reflexión más profunda y a que nos asalten todas nuestras dudas. Me refiero al que publiqué hace apenas unos días y en el que hablaba acerca de Join Life, la primera colección de moda sostenible de Zara, el buque insignia de Inditex, uno de los grupos de moda rápida que más críticas ha recibido por sus malas prácticas ambientales y sociales y por su sistema de producción masiva pero que, en los últimos años, parece que está queriendo dar un verdadero golpe de timón. ¿O no?
Colección cápsula de H&M para WWF
Te animo a que le eches una buena lectura al texto (lo tienes aquí), ya que además de hablar de la colección -que se mire por donde se mire parece tener una alta dosis de responsabilidad ambiental y un gran respeto por los temas sociales-, busqué para escribirlo la opinión de referentes en la materia, como Elena Salcedo, profesora de este tema y autora del libro Moda ética para un futuro sostenible; o las CEO de B·COME, una de las empresas en las que el grupo ha confiado para ser asesorado entorno a la puesta en marcha de esta colección. Ambas voces coinciden en resaltar los aspectos positivos de la colección y en apuntar que éste es un buen camino para el cambio… Pero ¿y el consumidor? ¿Estamos preparados para aceptar que un gigante de la moda rápida como Zara se meta en moda sostenible? ¿Nos lo creemos? ¿Somos capaces de diferenciar entre las colecciones sostenibles de las grandes firmas o las metemos todas en el mismo saco?
En ese sentido, destacar el último artículo que he escrito al respecto, el de la colaboración de H&M y WWF, ¿la has visto? En ella la ONG de defensa de la naturaleza aparece junto al gigante sueco para sensibilizar entorno a su causa… ¿Pero qué pasa con el respeto a las personas que han realizado esas prendas? ¿Se ha tenido en cuenta?
Ciertamente, y si echamos un vistazo a los últimos informes de referentes del sector como Greenpeace y su campaña Detox Catwalk, tanto Inditex como H&M ocupan un muy buen lugar. A nivel social tenemos menos datos debido a la complejidad del sector y su estrategia de contrataciones y subcontrataciones, aunque es cierto que Clean Clothes Campaing (el homónimo de Detox Catwalk a nivel social) no pone, ni mucho menos, la mano en el fuego por ninguno de ellos…
Datos Detox Catwalk 2016
Y tú, ¿qué opinas? ¿Crees que Join Life es una declaración de intenciones de Zara o simplemente un acción de marketing más? ¿Se pueden lanzar colecciones en defensa del medio ambiente como H&MxWWF sin tener en cuenta los derechos sociales? ¿Estamos preparados los consumidores para diferenciar unas acciones de otras? Sí, ya sé que el tema es complicado… pero por ello más que nunca me interesa tu opinión.
¡Gracias por estar aquí!
imagen portada: colección
Hola!!!
Hace poco me hice esta misma pregunta, ya que necesito comprarme algo de ropa. Me metí en las paginas web de H&M, C&A y Zara. Vi sus colecciones «conscious» y me gustaron algunas prendas. Bucee un poco en su política de sostenibilidad («pincha aquí») y….que conciencia ambiental, cuanta responsabilidad social, que mundo más maravilloso…y todos los informes en inglés. Ni me lo creo, ni me lo dejo de creer, pero no me fío. Ahora bien, siempre será mejor comprar una de estas prendas, que no cualquier otra. Al menos así les vamos indicando el camino correcto, y poco a poco, tendrán que ir haciendolo en serio. No me vale que usen algodón certificado, si luego los tintes son contaminantes (ningún tipo de info), no me vale que hagan un programa de inserción en Pakistán, si luego en China están haciendo nuevas contrataciones al nivel de la esclavitud… Ya se que las cosas en los grandes gigantes van despacio, pero digamos que los miro de reojo…
Un saludo!!
Lo siento, pero creo que todo esto de cómo se fabrica la moda, si es sostenible o no, es una parte diminuta del problema real.
La moda, solamente por hecho de ser «moda» (que cambia cada temporada) deja de ser sostenible. En mi opinión, el mal ya está hecho en el momento en el que se nos invita a comprar lo que realmente no necesitamos, y caemos en la trampa.
Estas empresas quieren que compremos, y sigamos comprando. Si para ello tienen que contarnos milongas, nos las cuentan y nos las creemos. Además, muchos de los informes, de las opiniones y de los comentarios a su favor, suelen estar financiados por ellos mismos de un modo encubierto.
Obviamente, aunque dejásemos de ser consumidores compulsivos de moda, jamás deberíamos ignorar el origen, y saber cómo se ha fabricado la ropa que llevamos.
¡Somos adictos a la moda!
Si cambiamos la palabra MODA por VINO, todo se entendería mucho mejor. Un amante del buen vino no suele ser bebedor compulsivo, disfruta de una sola copa de vino (su aroma, su color, su sabor…), y valora TODO, desde el origen de la uva, pasando por el proceso, sus tiempos, incluso la forma de servirlo. Le gusta tener toda la información, y las bodegas se encargan de ofrecerla.
¡Ojalá fuera así con la industria de la confección!
El problema no se resolverá comprando más moda fabricada sosteniblemente, Solamente se resolverá si dejamos la adicción al consumismo indiscriminado.
¡Saludos!
De acuerdo con usted. Siempre quiero preguntarlo.
Hola!
Me encanta el tema que propones hoy porque es algo que me pregunto con frecuencia.
Creo que a los gigantes del fast fashion les encantaría ofrecer moda sostenible porque lo que tienen entre manos es una bomba de relojería que nadie querría para sí; cada día deben de levantarse temiendo un escándalo.
Pero… no lo tienen fácil, porque todo su modelo de negocio está basado en la NO sostenibilidad; sólo pueden respetar medioambiente y trabajadores si TODAS las empresas de la industria no lo hacen al mismo tiempo (para que ninguna tenga ventaja de costes), lo cual parece complicado. Y, aunque esto llegase a pasar… la moda de usar y tirar NUNCA será sostenible por el desperdicio de recursos que supone.
Les estamos pidiendo algo que simplemente no podrán hacer. Claro que podrían reinventarse… pero sin ninguna garantía de serán capaces de hacerlo conservando su posición de líderes, por lo que veo complicado que den ese paso.
Así que el motor de cambio debería de ser el consumidor.
A tu pregunta de «¿Está el consumidor preparado?» yo te respondería (como buena gallega)… «¿cuál consumidor?».
¿El consumidor europeo y americano de clase media? Quizás sí. Quizás lo que le falta a este consumidor es una amplia oferta de moda sostenible que aúne sostenibilidad, diseño, disponibilidad y precio razonable (que no tirado).
¿El consumidor de un país en vías de desarrollo que todavía no ha podido disfrutar del poder adquisitivo para consumir fast fashion? No lo creo. Su ambición es consumir esa ropa que hasta ahora no ha podido comprar y que llevan los famosos en la tv y las revistas.
Yo tuve que llegar a los 35 años y haber consumido mucha fast fashion para darme cuenta de que poseer ropa y más ropa no me hacía feliz. Que lo me hacía feliz era que esa ropa me gustase realmente, me acompañase durante años y que estuviese en consonancia con mis valores. Pero para entenderlo antes tuve que consumir y consumir… No vale que te lo cuenten. Desde pequeños nos educan para consumir.
Zara, H&M… son empresas globales. Y el mercado de países en desarrollo es más grande que el de Europa y EEUU, así no tienen realmente la necesidad de cambiar. Tienen mucho mundo que conquistar todavía.
Creo que no pretenden contarnos milongas; que realmente hacen lo que pueden; pero no pueden escapar al hecho de que su esencia NO es sostenible y una de sus armas principales es el precio. Y no es fácil decidir «inmolarse» por el bien del mundo. Y menos si tus jefes (los inversores) no te lo piden, si no más bien todo lo contrario.
Aquí lo dejo… porque casi me queda el comentario más largo que tu post!! 😉
Un abrazo y gracias por este blog tan genial.
Sonia
Hola Sonia,
Acerca de tu pregunta, creo que como consumidores hay una semilla que ya está germinando en muchos de la gran masa de consumidores, más crecida aún en los que están consumiendo actualidad medioambiental y habemos una cantidad creciente de consumidores que requerimos informarnos antes de realizar nuestra compra porque sabemos el poder que tenemos y el impacto de elegir una u otra… Ahora por mi parte, creo que las grandes empresas en la medida que continúen con «colecciones conscientes»… será sólo eso… como el dicho «una golondrina no hace verano»… Cuando el cambio sea realmente innovador para su manera de producir vestimenta… les creeré. Cuando cambien el modelo de negocio, valoren y dignifiquen a las personas, al medio ambiente y compartan de manera más colaborativa sus ingresos económicos… y para eso queda un largo camino. Me gustaría conocer noticias de que promoverán la producción de sus vestimentas en cada país donde venden por ej.,… bueno, su modelo de negocios actual no es compatible con el significado de lo que es producir en forma sustentable, una colección no hace el cambio, sólo sirve para enganchar a consumidores que desean pensar que están «a la moda eco» por comprar en el fast fashion con etiqueta sustentable.
No puedo dejar de sentir que pequeños cambios se agradecen, porque sueño, y trabajo para ese sueño, que más temprano que tarde el modelo cambiará y los consumidores conscientes seremos más, para presionar por ese cambio.
Una última reflexión… si UNA (o algunas cada cierto tiempo) de sus colecciones es sustentable… quiere decir que todo el resto de su producción NO LO ES, y eso es lo que los define como industria de la moda (sería la colección «niña bonita» …y el resto sería…? ).
Muy buenos tus artículos, se agradecen.
Abrazo y bendiciones.
Claudia
Trabajo en venta de ropa desde hace 4 años ya.. casi cinco. En los útlimos meses muchos de los clientes me preguntan si los materiales son organicos, si las fabrican emplean niños.. se preocupan más. En Londres (donde resido) el consumo de alimentos organicos se esta elevando, cada vez hay más tiendas aparte de planet organic que es una cadena de supermercados.
También hay una gran costumbre de tiendas de segunda mano, pero tambiés existe un consumo feroz de fast fashion… intenta cruzar oxford street un sábado a las 5 de la tarde… imposible!!
Apoyo que estan grandes compañia abrancen otras opciones.. y espero que asi sea aunque de momento lo miro con un poco de desconfianza. Es cierto que como consumidora.. espero q si gasto mi dinero la atención, la calidad y el servicio lo merezcan.. porque el acto es el mismo: me compro un abrigo, y espero que la chica/o q me atienda de forma amable.
El modelo Zara o H&M es complicado de cambiar, pero tienen los recursos para ello. Otra cosa que me llama mucho la atención es el denominado «wardrobing» .. comprar para usar y devolver. El consumidor no solo esta al tanto del juego de la moda, sino que es un jugador más.
Hola Sonia,
Muy relevante el artículo. Me vienen un par de cosas a la cabeza.
Creo que con estas colecciones las grandes marcas también quieren probar la reacción del público. El cliente conscienciado puede reaccionar de dos maneras: «por aquí vas bien, te compro estos productos que se alinean con mis valores» o «no te perdono lo hecho hasta ahora y no te compro más». Con estas colecciones pueden ver cual es la reacción del público y actuar en consecuencia.
También puede ser que «hagan músculo» en temas de sostenibilidad para estar preparadas si el mercado vira mucho en esta dirección. Aprenden como funciona, quien son los proveedores, como son los procesos, etc…
Finalmente, comentar que el comentario de Sonia me parece muy relevante. Los países emergentes son cada vez más importantes como consumidores y explicarles que el consumo no de la felicidad no será nada fácil.
Gracias de nuevo por el artículo y los comentarios!