Co-fundadora del Club So Good. Terapeuta facialista con más de…
Que la piel es el espejo del alma es una frase que hemos escuchado muchísimas veces. Y es una gran verdad. La piel es el órgano más grande del cuerpo y es una barrera que nos protege de los agentes externos y cuida que nuestro interior esté bien. La tenemos que proteger y cuidar no sólo para lucir mejor si no para estar mejor.
De la misma manera, el estado de nuestra piel explica mucho de cómo nos encontramos internamente. Si hidratamos nuestro cuerpo, comemos de manera equilibrada, hacemos ejercicio, respiramos conscientemente y descansamos cuando dormimos, nuestra piel lucirá mucho mejor que si no lo hacemos. De esta manera, tener la piel bonita no es algo que nos debería preocupar solo por un tema estética si no por cuestión de salud. Y uno de los momentos en los que nuestra piel más se regenera o más se malmete (según estemos) es el momento del sueño.
Dormir bien es clave para tener una piel suave, tonificada y luminosa
Por la noche es cuando nuestro cuerpo y nuestras células aprovechan para regenerarse. Cuando nos relajamos llevamos más oxígeno a nuestras células y desciende el nivel de cortisol, la hormona del estrés; y aumenta el colágeno y la elastina. Además, mientras dormimos eliminemos toxinas acumuladas durante todo el día y reparamos el daño celular. El hígado también trabaja más intensamente de 1 a 3 de la madrugada y los pulmones de 3 a 5. Por todo ello, dormir bien facilita el trabajo a nuestros órganos y nuestras células, lo que repercute en una piel más tonificada y un mayor bienestar. Solo hace falta vernos la cara hinchada y llena de arrugas cuando nos levantamos tras una noche en la que hemos dormido mal. Lo que ha pasado es que no hemos dejado trabajar al cuerpo.
Pero, teniendo en cuenta los tiempos que corren, es lógico que nos esté costando dormir bien. A las problemáticas diarias que cada una y cada uno estamos viviendo debido a la Pandemia, esta situación general de incertidumbre nos lleva a pensar más frecuentemente en el futuro y a darle vueltas a cuestiones que quizás hasta hace unos meses no nos habían preocupado.
Por ello, si te cuesta conciliar el sueño; si te duermes rápido pero a media noche te desvelas y empiezas a darle vueltas a todo; o si duermes aparentemente bien pero te despiertas con la sensación que no has descansado bien, quizás estás experimentando un periodo de estrés.
Elimina el estrés de tu vida nocturna
El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional que puede provenir de cualquier situación o pensamiento que te haga sentir frustración, furia o nervios. En pequeños episodios el estrés puede ser positivo, ya que nos ayuda a evitar un peligro o cumplir con una fecha límite, pero cuando el estrés dura mucho tiempo, puede perjudicar nuestra salud enormemente, como por ejemplo aleteando nuestro sueño y haciendo que no descansemos bien y, como consecuencia, afectando a muchas funciones de nuestro cuerpo y nuestra mente.
De esta manera, reducir el estrés nos permitirá dormir mejor y, en consecuencia, tener una piel más tonificada y luminosidad, naturalmente, un estado de salud mejor. Para reducir el estrés y poder conciliar mejor el sueño, te proponemos la siguiente rutina:
1. Masaje capilar
Masajear el cuero cabelludo antes de ir a dormir, además de muchos beneficios como estimular los vasos capilares y el drenaje linfático, ayuda a reducir las situaciones de estrés y ansiedad y aumentan la producción de endorfinas y serotoninas, dos hormonas que nos ayudan a estar de buen humor.
El masaje lo puedes hacer mediante un cepillo, primero de manera general y luego incidiendo en los laterales del cráneo (lado de las orejas). También lo puedes realizar poniendo los dedos en garra.
Si te fijas, esta práctica es la que hacían de manera inconsciente nuestras abuelas y bisabuelas ante el tocador antes de ir a dormir. Qué listas eran y cuánto que aprender de ellas.
2. Masaje anti estrés Dien Chan
Siguiendo la metodología y filosofía de Dien Chan, os proponemos el automasaje anti estrés que nos recomienda.
Paso 1: El cuero cabelludo. Con el rastrillo (o la punta de los dedos) ejercer durante 3 minutos unas estimulaciones suaves desde la frente hacia la nuca. Se trata de reequilibrar las líneas energéticas.
Paso 2: Los laterales del cráneo. Con el mismo rastrillo (o la punta de los dedos), estimular desde las sienes hacia la nuca. Además de completar el paso anterior, estamos estimulando el meridiano de la vesícula biliar. Este último nos ayuda a consolidar la relajación obtenida.
Paso 3: El rostro. Completar el tratamiento aplicando una fórmula antiestrés muy efectiva en facioterapia. Estimulamos los puntos de la fórmula con un pequeño martilleo durante 30 segundos cada punto. Volvemos a realizar la fórmula unas tres veces. Fórmula antiestrés: 124-34-103-41-63-87
3. Respiración completa profunda. Pranayama
Podemos estar sin comer semanas, sin beber días, pero sin respirar solo podemos estar unos pocos minutos antes de morir. Cada célula de nuestro cuerpo depende del oxígeno, y sin él ninguna célula puede vivir. La respiración es nuestra fuerza vital, nuestro principal alimento.
Antes de ir a dormir te invitamos a realizar unas respiraciones completas y profundas, un pranayama completo.
Siéntate en una posición cómoda pero activa. O si lo prefieres estírate en la cama mirando hacia arriba.
〉Coloca una mano en tu vientre y otra en el pecho.
〉 Coge aire por la nariz, notando como se hincha, por este orden, abdomen, pecho y clavícula.
〉Luego, lentamente, saca el aire también por la nariz, viendo como se deshincha clavícula, pecho y abdomen.
Repite varias veces. Cada día hazlo durar un poco más.
Este ejercicio puede servirte también cuando experimentes cualquier situación que te genere estrés.
Para saber más: Pranayama
En sanscrito prana significa “fuerza vital”, respiración. Y yama, control. Con lo que un pranayama no es más que realizar una respiración controlada. Según la filosofía de los yoguis, cuando nacemos tenemos un número de respiraciones asignadas tras, las cuales, dejaremos de respirar. Por ello es importante respirar de manera consciente y pausada, puesto cuanto más lento respiremos, más tiempo podremos vivir. La respiración es vida.
Otras recomendaciones para aprovechar los beneficios que la noche aporta a nuestra piel
〉Beber líquido antes de irnos a dormir. Por la noche el cuerpo es cuando más se deshidrata, por ello es importante facilitarte líquido externo. Una buena práctica es tomar una infusión digestiva o relajante antes de ir a dormir.
〉Ir a a la cama con la piel limpia y nutrida. Al aumentar el flujo sanguíneo, la piel absorbe mejor por la noche todo aquello que viene del exterior. Por ello es importante limpiarla de porquería para que no la absorba así como ofrecerle una buena crema nutritiva para que la reciba mejor. También si aplicamos algún sérum reparador, sus efectos serán más intensos. Eso sí, recuerda que tu cosmética siempre sea natural y orgánica para evitar introducir químicos en tu organismo.
〉Ir a dormir pronto respetando los ritmos solares. El cuerpo tiene un reloj interno que se mueve con el Sol. Aunque estés convencida de que eres una persona nocturna y que por la noche rindes más, eso solo es un mal hábito que a la larga te pasará factura. Intenta cambiar las rutinas y verás como en un plazo medio te sientes mejor. Lo ideal sería cenar ligero no más tarde de las ocho e ir a dormir alrededor de las 10.
〉A partir de cierta hora, apaga todas las pantallas. Como decíamos, nuestro se rige por la luz solar. Por ello exponer nuestra visión a una fuente de luz antes de ir a dormir altera la melatonina, que es la hormona que induce la fase REM del sueño en la que nuestro cerebro se reorganiza y descansa. Puedes aprovechar para leer con una luz tenue o, mejor aún, apagarla totalmente y escuchar mucha relajante o aprovechar para hacer el pranayama que te hemos recomendado para reducir el estrés.
Esperamos que este artículo te haya servido para entender mejor cómo dormir bien puede incidir en el estado de tu piel y de tu organismo en general y te anime a adoptar hábitos saludables que te ayuden a descansar mejor, sentirte mejor y verte mejor.
Co-fundadora del Club So Good. Terapeuta facialista con más de 20 años de experiencia en la salud y el bienestar. Especializada en el masaje facial japonés Kobido, multireflexología facial y amante de la naturopatía. Maestra Kundalini. "Mi propósito es democratizar la terapia facial y hacerla accesible a todas las personas".