Cuando al hablar de moda sostenible sacas el tema del “Made in China”, es frecuente ver narices que se arrugan, cejas que se levantan y bocas que se tuercen. Producir moda (o cualquier otro producto) en la RPC, como se lee en muchas etiquetas, hace muchos años que no está bien visto en términos de sostenibilidad ni de ética. ¿Pero es realmente tan horroroso producir moda en China actualmente? ¿Qué es mito y qué es realidad? Hemos querido salir de dudas hablando con una española especializada en moda sostenible que lleva 15 años viviendo en Shangai.
Ella es Mónica Muriel, co-fundadora, directora creativa y de sostenibilidad de marca de moda sostenible ZURITA y CEO de Nest Solutions, BCorp especializada en ofrecer soluciones sostenibles a la industria de la moda.
– Mónica, pregunta obligada. ¿Qué hace una chica como tú trabajando en moda sostenible en un lugar como éste?
Hace 15 años decidí que sería interesante ir a vivir fuera una temporada. China me pareció una muy buena opción. Aquí vive la cuarta parte de la población mundial y ya por aquel entonces se hablaba de que sería la próxima potencia mundial. Un familiar me dijo que “si era capaz de entender China, sería capaz de entender el futuro del mundo”. Y así fue como me vine.
– ¿Y la moda sostenible?
Que acabara dedicándome a la moda sostenible era solo cuestión de tiempo. Desde que estudié derecho tenía clarísimo que quería trabajar en algo que hiciera de este mundo un lugar mejor, y la moda me ha apasionado desde pequeña. Además, China ha sido durante muchos años la fábrica textil del mundo.
– ¿Pero China y moda sostenible no son dos conceptos contrapuestos?
No negaré que aquí se han cometido muchos atentados al medio ambiente en pro de fabricar ropa, pero el tema no es tan simple como parece. China no es insostenibe. La mala fama del made in China no se debe a las empresas chinas si no a las empresas del resto del mundo que han venido a hacer aquí lo que en sus países no les dejaban hacer. Muchos países han evolucionado y se han enriquecido a costa de producir en China y explotar a la población y los recursos del país. Ahora que China se ha desarrollado y esto ya no se está permitiendo, estas mismas empresas se han ido a fabricar a otros lugares, como el sudeste asiático, para seguir aprovechándose de la necesidad de los países en vías de desarrollo.
«La mala fama del made in China no se debe a las empresas chinas si no a las empresas del resto del mundo que han venido a hacer aquí lo que en sus países no les dejaban hacer».
– Entonces, ¿podemos producir en China con la conciencia tranquila?
El chino es negociante, de manera que si tú le pides que haga algo él lo intentará hacer como sea. Aún así, los derechos de los y las trabajadoras aquí están súper protegidos. Nos puede sorprender que se trabaje seis días a la semana o que se viva en las fábricas, pero se tiene que entender que nos encontramos ante otra cultura y otra mentalidad. Aquí la mayoría de personas que trabajan en fábricas vienen de pueblos muy lejanos. Prefieren trabajar más intensamente, ahorrar al máximo y jubilarse pronto. Entonces regresa a su pueblo, se compran una casa y viven de lo ahorrado. El concepto de ocio es distinto. Ahora la población de Shangai empieza a comportarse de una manera más occidental, realizando más consumo, etc., pero eso no tiene por qué ser lo mejor, ¿no?
«Los derechos de los y las trabajadoras aquí están súper protegidos».
Además, es importante tener en cuenta que pese a albergar la cuarta parte de la población mundial y ser uno de los principales países de producción textil, aquí nunca se ha dado un caso como el de Rana Plaza. Desde occidente a veces confundimos confort con sanidad y seguridad. Quizás aquí se trabaja con menos confort, pero la protección del trabajador es muy alta.
– Y a nivel ambiental, ¿es cierto eso que se dice de que en China sé conoce el pantone de moda de la temporada siguiente por el color del agua que baja por el río Yangtzé?
No lo he visto con mis ojos, pero probablemente es cierto. Pero en cuanto se propongan acabar con ello, lo harán de inmediato.
China es una sociedad muy dirigida, para lo bueno y para lo malo. Cuando el Gobierno se propone una cosa, se hace. Cuando nació mi hija, hace nueve años, el aire en Shangai era irrespirable. Un día dijeron ‘basta’ y subvencionaron a las fábricas para que cambiaran todo el sistema de salida de humos. En seis meses la contaminación del aire había desaparecido. También cuando se propusieron reciclar, inculcaron tanto el mensaje que pasaron de cero conciencia a un reciclado del 98%.
«Aquí nunca se ha dado un caso como el de Rana Plaza»
Ahora se han propuesto ser la primera potencia mundial, y saben que tienen que ser excelentes en sostenibilidad para ello, y no me cabe duda que lo van a conseguir. Si no lo han hecho hasta ahora es porque prima el desarrollo económico. La sostenibilidad ambiental en China está supeditada a la económica. A medida que se consigue el crecimiento de una, se hace crecer la otra. El argumento es que si a medio mundo no le ha preocupado hasta ahora el medio ambiente de China siempre y cuando se pudiera producir más barato, ahora que no les hagan correr, lo harán al ritmo que el país necesite. Aún así, se han tomado medidas muy potentes en muy poco tiempo.
«La sostenibilidad ambiental en China está supeditada a la económica».
– ¿En moda sostenible, qué se está haciendo?
Aquí son muy buenos en tecnología, con todo lo que esto aporta a la sostenibilidad: tejidos ecológicos, producción bajo demanda, sistemas de reciclado mecánicos súperpotentes, trazabilidad a través de blockchain. El desarrollo está siendo brutal y rapidísimo.
«Nuestra propuesta de valor es asegurarte que la parte de la cadena productiva que te viene de China, sea la más sostenible posible».
– Y desde Nest Solutions, ¿qué ofrecéis en este sentido?
Nuestro conocimiento del sector y del país nos ha otorgado un lugar privilegiado en este negocio. Conocemos las fábricas que trabajan con mejores estándares de sostenibilidad, sabemos donde están los estocajes de tejido ecológico, las fornituras, etc. Ahora estamos trabajando en un proyecto muy interesante sobre reciclado textil mecánico que evitará que mucho tejido pre consumo acabe en los vertederos y permitirá contar con tejido reciclado de muy buena calidad Es apasionante
«Nuestro conocimiento del sector y del país nos ha otorgado un lugar privilegiado en este negocio».
– Trabajáis con clientes de todo el mundo. ¿No es más sostenible producir de manera local?
Cuando se trata de la confección final de la prenda, me parece muy bien que quieras confeccionar a nivel local, pero tienes que tener claro que se trata más de un tema de apoyo a la economía del país, que es perfecto, que de sostenibilidad. Al final los tejidos, las materias primas, las fornituras y, si me apuras, la misma máquina de coser, viene de China. Es muy difícil dejar a un país que cuenta con la cuarta parte de la población mundial, fuera de cualquier ecuación productiva, sobre todo si hablamos de la industria de la moda. Nuestra propuesta de valor es asegurarte que la parte de la cadena productiva que te viene de China, sea la más sostenible posible. Ahora por ejemplo, acabamos de participar en un proyecto a través del cual hemos desarrollado una etiqueta RFID biodegradable y compostable. Estas etiquetas son un claro ejemplo de lo difícil que es para cualquier empresa dejar fuera de su cadena de valor a China. Entonces, lo interesante es que lo que venga de aquí sea lo más sostenible posible.
Nest Solutions
Es una empresa que ofrece soluciones 360º en la industria textil sostenible:
〉Tejidos ecológicos.
〉Diseño y producción sostenibles
〉Medición de impacto y neutralidad
〉Uniformes Circulares
〉Optimización de stock basada en datos
¿Te ha gustado la entrevista? Estamos seguras de que sí, y que te habrás quedado con ganas de más. Por elo te invitamos a ver el directo de Instagram que hicimos con Mónica hace unos días y en el que seguimos hablando de moda sostenible y China.
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Pues yo voy a disentir con la entrevista:
Se lleva la producción para abaratar costes de prendas que ya tienen un coste alto para ganar más dinero, no hay otra razón . A cambio de que ellos ganen más dinero tienes explotación laboral (la legislación laboral china permite barbaridades aunque en el contexto del país se considere «digno»), bajada de calidad por patronaje y costura, contaminación por el tratamiento de los tejidos y tintes, y contaminación por el traslado de las mercancías. Y no, no voy a comprar a una empresa que se dice así misma sostenible y colabora o participa de alguna forma de esto.
Primero producción local , después añado Portugal y por último europea en su conjunto. Ya que pagó una pasta saber que estoy inventando la industria, que quien me lo fabrica tiene condiciones de trabajo dignas de verdad, que se tiene que cumplir la legislación europea de medio ambiente en la confección y no solo en la fabricación del tejido (esto es una trampa que se usa mucho en las empresas «sostenibles» de este tipo), que no voy a contaminar más de lo necesario por transporte y que estoy comprando una prenda bien cosida y patronafs (el ritmo y las jornadas laborales chinas no permiten esto, además de que aquí tenemos profesionales muy bien formados)