A veces todavía me sorprende ir a un supermercado cualquiera y encontrar productos de alimentación ecológicos, de comercio justo y de proximidad, y es que no hace tanto que la comida ecológica y slow era algo reservado a unos pocos restaurantes y tiendas de alimentación especializada. El cambio se debe, naturalmente, a la creciente demanda de los consumidores que ha obligado a la industria de la alimentación a incorporar estos alimentos en sus lineales. ¿Cuando pasará esto con la industria de la moda? Algo me dice que no falta mucho.
Y es que me da la sensación que cada vez más personas demandan información en este sentido y se empiezan a preguntar cosas como: ¿cómo afecta la ropa que llevo a mi salud y al planeta?, ¿cuánto ha cobrado la personas que ha cosido esta camiseta?
Un ejemplo de ello es el de la feria EcoViure, una feria de ecología y sostenibilidad que se lleva a cabo cada año en Manresa (El Bages, Barcelona) y que este año, por primera vez y gracias a la sensibilidad de la organización- pero sobre todo a la demanda de los asistentes de ediciones anteriores–, ha incorporado en su programa una mesa redonda sobre moda sostenible.
Asistimos a la mesa redonda, que tuvo lugar este sábado, Daniela Barbieri, diseñadora independiente, Fiona Capdevila, diseñadora y creadora de Del Través, Alquimia Textil, Santi Mallorquí, gerente de Organic Cotton Colours, Rosa Bernier, fundadora y CEO de Moves To Slow Fashion, y yo, como periodista especializada de moda y tendencias sostenible, todos miembros de la Asociación de Moda Sostenible Barcelona, organizadora de la charla.
Creo que el resto de compañeros de mesa estarán de acuerdo conmigo en que fue un placer enorme ver como el público pasó casi dos horas sin parpadear escuchándonos hablar sobre las distintas posibilidades para vestir moda sostenible, los principales elementos a tener en cuenta a la hora de escoger una prenda y la importancia que el consumidor tiene en la conservación de ésta.
Pero lo que más me gustó, sin lugar a dudas, fue el debate que se creó al final de la mesa con el público. Uno de los temas que más discusión provocaron fue el precio que la ropa sostenible tiene. Esto me hizo ver que, ciertamente, todavía queda un gran camino por recorrer, ya que aunque la mayoría de los asistentes entendió que la moda sostenible no puede competir en precios con la moda “convencional”, todavía vi bastantes resistencias por parte de personas que están dispuestas a pagar un 50% más por un tomate ecológico que por uno que no lo es pero no por una prenda de ropa.
Stand de la feria dedicado a productos de proximidad
Aún así, creo que la charla fue un éxito, ya que todo el mundo se fue con la convicción de que: uno, no podemos seguir consumiendo ropa de manera descontrolada; dos, merece la pena fijarse en la composición de las prendas antes de comprarlas; y tres, todas las personas merecer recibir un salario justo por su trabajo y realizarlo bajo unas condiciones dignas y seguras.
Por ello creo que quizás no quede tanto para que, de la misma manera que pasa con la alimentación, en cualquier ciudad o plataforma online podamos encontrar ropa sostenible. Realmente, algunos de los grandes de la fastfashion ya están incorporando prendas “eco” en sus colecciones (como la línea conscious de H&M) y, las que pueden hacerlo –todavía no muchas-, no duden en destacar en su campañas de marketing el made in.
Que pase más o menos rápido, sólo depende de la demanda y presión que hagamos los consumidores, así que la próxima vez que vayas a comprar ropa te animo a que preguntes dónde ha sido fabricada o cuál es el origen de sus tejidos.
Cierro el post con una foto de un descubrimiento que hice en EcoViure… Pronto, espero, mucha más info en el blog 🙂
A qué marca o fabricante pertenece la última imagen del post? Ese «descubrimiento» en Ecoviure?
Gracias,
Hola!
Los pufs son de la marca ecopráctica (http://www.ecopractica.cat), con tejidos eco y producción muy slow 🙂 pronto un post al respecto. Y mil gracias por leerme hasta el final, jeje.
Mejor tarde que nunca. Necesitaba tener mi ratito para disfrutar de tu blog. Me hubiera encantado poder asistir, parece el entorno idóneo para plantear un debate de las características que nos cuentas. Por desgracia, el «menos es más» es uno de los mantras que aún no acaba de calar, pero es porque estamos muy habituados a los lemas de consumo por consumo y es difícil salir de esa espiral.
Ayer se celebró una mesa de moda sostenible en mi facultad y las preguntas del público fueron también enfocadas al precio de la ropa. Claro, es imposible trasladar el ritmo de consumo que se lleva por camisetas de 3€ al de prendas más costosas, sostenibles y duraderas. Quizá lo que más me fascina de la moda sostenible es que propone un cambio de gran calado en nuestras rutinas: más consciencia, más reflexión y más sentido crítico.
¡Un besazo!
Hola Laura,
Gracias por el comentario. A mí me hubiera encantado haber estado en la mesa redonada de Sevilla. Aunque, si no me equivoco, estaba Virginia Rondeel, en representación de la Asociación de Moda Sostenible de Barcelona. ¡Deseando que me cuente!
Sí, siempre sale el tema del precio por lo que respecta a la moda sostenible… y aunque si bien es cierto que en términos absolutos es más cara, se puede vestir de manera sostenible sin gastar tanto precisamente haciendo este cambio de rutinas que propones: consciencia, reflexión y sentido crítico. Y yo añado.. ¡imaginación! Porque vestir sostenible, al final, es también echarle mucha imaginación al tema y ver cómo sacar más partido de las prendas que tenemos.
besote y mil gracias por leerme!!
sònia
hola. desconoceda esta fudcnaif3n, y por supuesto este blog. aunque me alegro muchisimo de que existan personas que luchen por todas estas cosas que espero sean realidades a corto plazo. yo por mi parte he trabajado durante muchisimos af1os en empresas donde era la fanica mujer en mi puesto. manejo camiones grua, miniexcabadoras y sistemas automaticos de riegos. Mis jefes, siempre confiaron en que fuera yo la encargada de realializar las obras que me encomendaban y la encargada de un gran numero de hombres mayores que yo, y dado el tipo de trabajo tambien bastante me1s ariscos a que fuesra siempre yo la elegida para estas funciones.debo decir a fabor de todos esos trabajadores(Hombres), que llegaron a verme como uno mas de ellos, respetando muchisimo mis directrices y puesto. aun hoy somos buenos amigos, tomamos algo y hablamos de faena tan ricamente. pero lamentablemente los hombres que no me conocian y observaban mi aspeto(lleno de tierra , hormigon o aceite de las maquinas)les preguntaban, primero por mi inclinacion sexual, despues cuando mis compaf1eros les decia que era etero, ensegida indagaban si mantenia un lio con algun otro jefe o encargado. penoso No creeis???espero que tengais verdaderamente suerte y que acabeis con estos esterotiposun beso.