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“Fue en un viaje por el Caribe cuando nos dimos cuenta del impacto real que tiene nuestro modo de vida en el Planeta”. Así empieza la aventura de Tatiana y Jorge, una joven pareja con la vida profesional resuelta pero que tras ver en primera persona los desastres ecológicos y las desigualdades sociales que genera nuestro modo de vida, se vio con la necesidad de hacer algo para mejorar el bienestar de personas y animales.
¿Su propuesta? Beflamboyant, una marca de zapatillas veganas y ecológicas realizadas de manera ética y con un diseño atemporal que no la someta a las modas pasajeras. Con diseños atemporales y hechos para durar.
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– Tatiana, Jorge, ¿por qué unas zapatillas deportivas?
Ambos somos fans de este tipo de calzado, de manera que si emprendíamos teníamos que empezar con un producto que nos apasionara.
– Pero vosotros no teníais ninguna relación con la industria del calzado.
Ninguna. Se nos ocurrió la idea, hicimos unos bocetos y nos plantamos en una fábrica de zapatos para pedir presupuesto. Suponemos que aún se están riendo de nosotros, pero la verdad es que fueron muy amables y nos dieron una masterclass sobre el tema. A partir de ahí investigamos muchísimo, nos dejamos asesorar por las mejores, aprendimos mucho más, prototipamos decenas de veces y, finalmente, tuvimos claro cómo hacer lo que habíamos soñado.
– ¿Y qué habíais soñado?
Una deportiva realizada lo más cerca de nuestra casa y con un diseño muy atractivo pero atemporal y de gran resistencia, para que quien la comprara la pudiera y la quisiera usar muchísimas veces. El producto debía de provocar un impacto positivo en las personas, los animales y el medio ambiente.
– Parece la zapatilla perfecta.
Seguramente no lo es, pero hemos puesto muchísimo esmero en conseguirlo. Para nosotros hablar de sostenibilidad es hablar de datos y de medición. Muchas marcas dicen que sus productos son buenos para el planeta, pero apenas tienen datos que lo confirmen. Nosotros hemos invertido mucho en medir. Sabemos cuánta agua ahorran, cuánto CO2 emiten, cuántas personas hay involucradas en los procesos, y por supuesto, las condiciones de trabajo justo de todos esos artesanos que nos ayudan a crear nuestros productos.
El producto debía de provocar un impacto positivo en las personas, los animales y el medio ambiente.
– Sí, he visto que contáis con algunas de las certificaciones más estrictas de la moda sostenible.
Sí. Algunas de ellas, como el sello GOTS o el SMETA, las tenemos gracias a nuestros proveedores, que cuentan con unos altos estándares de responsabilidad social y ambiental. Pero otras, como Ethical Time, la certificación PETA Approved Vegan o el registro en The Vegan Society, hacen referencia al producto completo y a nuestro modelo de negocio. Estamos especialmente orgullosas de esta última, ya que en la industria del calzado es realmente complicado tener un zapato de calidad libre de cualquier elemento procedente del mundo animal. Y es que no te das cuenta y resulta que el tinte o el pegamento están realizados con productos con este origen.
– Hacéis mucho hincapié en el tema del veganismo. ¿Puede la moda sostenible no ser vegana?
No, bajo ningún concepto. En este aspecto somos muy radicales. Para nosotros el uso de los animales para vestirse no tiene ningún sentido hoy en día. No es difícil ya evitar productos de origen animal en la moda. Nuestros zapatos, por ejemplo, están realizados con bambú, fibra de maíz o fibras plásticas de residuos del mar.
– También contáis con el sistema de medición de BCome.
Sí, hemos realizado con Bcome un estudio de la cadena de producción de todos los zapatos veganos que están a la venta en nuestra web y que se puede consultar en cada ficha de producto. Y es que aunque elijas uno u otro material, o una fábrica u otra por convicción y principios, luego tienes que ver si eso es una decisión realmente sostenible. Lo hemos hecho para saber dónde nos encontramos en torno a estos temas y ver en qué debemos seguir mejorando.
Para nosotros el uso de los animales para vestirse no tiene ningún sentido hoy en día.
– Hablando de las fábricas. Veo que habéis elegido Portugal para la producción de vuestros zapatos.
Sí. Beflamboyant es una marca gallega y para nosotros Portugal es nuestro vecino natural. Ahí existe una gran tradición en la fabricación del calzado con lo que no tenía sentido ir a producir a otro lugar. Además, fabricar a una hora y media de nuestro almacén nos permite garantizar la trazabilidad y nos otorga una gran ventaja competitiva.
– Pero en cambio, donde más os compran es en centro Europa.
Sí, es increíble. Beflamboyant ha tenido una enorme acogida en Alemania, Holanda, etc. Creemos que es porque hay una mayor concienciación sobre la moda sostenible, pero por supuesto queremos que en España se nos conozca mucho más.
«Fabricar a una hora y media de nuestro almacén nos permite garantizar la trazabilidad y nos otorga una gran ventaja competitiva».
– ¿Por ello el showroom que habéis abierto en Pontevedra?
En parte, sí. La verdad es que ha sido por una serie de casualidades. Hasta hace poco trabajábamos desde casa, pero por un tema de espacio y de logística nos dimos cuenta que necesitábamos estar en un local a pie de calle. Salió la oportunidad de uno con mucha visibilidad y decidimos lanzarnos con el showroom. La verdad es que está funcionando muy bien. Y es una forma de acercar nuestros productos a nivel local, que nos conozcan en Galicia, que es nuestra tierra.
– Antes de terminar. Vuestro eslógan es de lo más anti marketiniano que existe: “No compres Beflamboyant si no necesitas comprar zapatillas veganas. En serio. No lo hagas”. ¿Es posible hacer negocio sin fomentar el consumo?
Pues parece que sí. Para nosotros era muy importante crear un producto necesario y asegurar su durabilidad. Ya hay demasiadas cosas en este planeta. Queremos que quien compre nuestras zapatillas lo haga porque necesita un calzado. Entonces, naturalmente, le invitamos a elegir el nuestro por estética, por durabilidad y por sostenibilidad.
Mil gracias Tatiana y Jorge por crear este proyecto, compartirnos vuestra historia y, por supuesto, apoyar un proyecto como So Good So Cute, dedicado a promover la moda sostenible.
PROMO: Con el código SOGOOD10 tienes un 10% en las compras que hagas en la web de Beflamboyant. Eso sí, no compres nada si no lo necesitas.
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